¿Qué pasa cuando las reservas de fuerza de voluntad se nos acaban?
El agotamiento del ego hace referencia a la idea de que el autocontrol o resiliencia utilizan unos recursos mentales que son limitados. Cuando la energía necesaria para llevar a cabo la actividad mental es baja, la capacidad de autocontrol disminuye [Wikipedia].
Es decir, aplicado a nuestro mundo, una persona que ejerce repetidos esfuerzos por mantener el control (cumplir objetivos, levantarse a tiempo, acostarse a la hora, rendir durante el estudio, denegar planes de amigos y familiares) termina por agotarse y perder la fuerza de voluntad. Llegará un punto en el que todo se nos haga un mundo porque estamos exhaustos.
A esto también se le llama fatiga de decisión.
No me malinterpretéis.
Estamos en este barco porque así nosotros lo decidimos, pero no podemos negar que aunque sea nuestro sueño y estemos peleando contra tormenta y marea constantemente por conseguirlo, ésto es muy, muy duro. Y el derrumbe está a la vuelta de cualquier semana.
Hay psicólogos que consideran que el agotamiento del ego es algo positivo, ya que cuando nos sentimos tan débiles y conseguimos vencer a la tentación, estamos más motivados porque lo hemos logrado. Pero creo que esto sólo ocurre a menor escala y cuando solo estamos algo cansados, no al punto de acabar exhaustos, con nosotros, con nuestra vida y nuestra rutina.
¿Qué debemos hacer para que nuestra fuerza de voluntad vuelva a su plenitud y por lo tanto mejore nuestro rendimiento?
1. Simplificar.
Sabemos que tanto Steve Jobs como Mark Zuckerberg usaban la misma ropa cada día para no malgastar ni tiempo ni energía.
La teoría del agotamiento del ego se basa en la fatiga de decisión.
Debemos tener un mismo lugar para estudiar. Unas mismas horas para hacer tareas similares. Hacer el planning semanal en un solo momento y también matizar cualquier plan que queráis (salir a tomar algo algún día con los amigos, una cena familiar después de un día de estudio...). Saber qué vas a comer, en qué momento te vas a duchar... De este modo no tienes que "hacer huecos" a las cosas entre tu jornada de estudio y por tanto, puedes centrarte con facilidad en estudiar, sin luchar ni tener que resistirte a nada: todo fluye de manera automática, si que tengas opción a perderte por el camino.
La teoría del agotamiento del ego se basa en la fatiga de decisión.
Debemos tener un mismo lugar para estudiar. Unas mismas horas para hacer tareas similares. Hacer el planning semanal en un solo momento y también matizar cualquier plan que queráis (salir a tomar algo algún día con los amigos, una cena familiar después de un día de estudio...). Saber qué vas a comer, en qué momento te vas a duchar... De este modo no tienes que "hacer huecos" a las cosas entre tu jornada de estudio y por tanto, puedes centrarte con facilidad en estudiar, sin luchar ni tener que resistirte a nada: todo fluye de manera automática, si que tengas opción a perderte por el camino.
2. Tener un control sobre nuestro estudio.
Es sumamente importante que controlemos qué y cuánto estudiamos. Apunta tus horas de estudio, apunta los temas que vas estudiando semana a semana, apunta las vueltas. Sin agobios. Que el ver que un día has hecho 6 horas de estudio en vez de 8 no te distraiga. Solamente es llevar un control riguroso.
La valoración viene a final del mes.
Coge tus trackers y observa las horas de estudio: cómo han podido fluctuar, si los días más flojos siempre son los mismos o incluso sorprenderte porque, aunque parezca que no, has conseguido llevar una constancia muy buena.
Lo mismo con todo lo que hayas estudiado durante el mes.
¿Has terminado una vuelta y empiezas otra? Siéntete orgulloso de tu avance porque cuando nuestra vida va de cante a cante, nos olvidamos muy rápido de las semanas anteriores.
Cuando tenemos una visión del conjunto de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo, mejorará nuestra voluntad y nuestra autoestima ver que no vamos tan lentos como quizá nos parezca y tenemos resultados más que satisfactorios.
3. Nuestra dieta.
Ya se sabe que una buena alimentación es la clave de todo, pero aún más para un opositor. Puede que físicamente no nos afecte tantísimo porque no estamos corriendo, ni cogiendo peso, pero el cerebro es una gran maquinaria que consume muchísima energía, o al menos, cierta energía que debemos de darle. La clave está en desayunar, almorzar y merendar siempre lo mismo o muy similar, que los pocos cambios que pueda haber en el menú no nos haga tardar en tomar esa decisión y así simplificar el proceso.
Se conseja reducir los picos de azúcar antes del estudio y apostar por los hidratos de carbono complejos. Por ejemplo, sustituir la bollería por un yogur y avena o si quieres algo salado, pan con aguacate o algo de jamón. Para saber si tiene efectos en tu rendimiento y en tu energía a lo largo del día, mantén esta dieta y fíjate en los siguientes 5 días.
Pero no tenemos que despedirnos totalmente del azúcar ya que la glucosa es fuente de energía para nuestro cerebro. Se aconseja tomar como "snack" cualquier tipo de fruta, como almuerzo, merienda o cuando nos ataca el apetito. De esta forma, al quedar menos de 3 horas de estudio ya que pronto deberemos parar a comer/cenar aprovecharemos todos los beneficios del azúcar de la fruta evitando el bajón de insulina en medio del estudio.
Si eres una persona que abusa mucho del café, piensa en reducirlo no tomando café más tarde de la hora de la comida e incluso aprovechar los beneficios del té.
Si te interesa como influye el café o el té en el estudio, te dejo por aquí un post donde hablo de ello.
4. Enfocarse en una sola cosa.
Ya sabemos que la multitarea no es la mejor idea y hasta depende de qué oposición hablemos, imposible.
Enfocando el consejo más hacia Judicatura y LAJ, la cuestión sería centrarse en los objetivos que hemos marcado ese día y hasta que no estén completos, no pasar a otro objetivo (para avanzar) o recuperar tareas atrasadas por alguna razón.
Siempre es difícil, pero tenemos que controlar el estrés y, al menos yo lo creo, es mejor algunas cosas terminadas y bien hechas que todas incompletas o mal. Va a mejorar nuestra fuerza de trabajo y voluntad el ver que terminamos las cosas.
Quien aprieta, poco abarca.
5. Gestionar los errores.
Debemos ser rigurosos con nosotros mismos pero sobre todo objetivos y sabios. Si hemos tenido un retraso por causas que se escapan de nuestro control y voluntad (por acudir al médico, por estar muy muy cansados a causa de pasar malas noches, etc) debemos saber perdonarnos y no darle mayor importancia: debemos relativizar aquello que no podemos controlar.
En cambio, sí debemos ser muy estrictos en aquello que sí es nuestra culpa, como alargar los descansos o distraernos sin "causa" aparente. En estos casos, debemos exigirnos y obligarnos a recuperar el tiempo perdido, sí o sí, ya que en esta ocasión ha sido a causa de una flaqueza de nuestra voluntad que es muy remediable. Creo que cuando en estos casos nos forzamos para rectificar ese error, es cuando nos sentiremos bien con nosotros mismos.
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La verdad que la fuerza de voluntad es como todo en esta vida: se entrena. Dicen que la práctica hace la perfección. Y nosotros como opositores la entrenamos cada día de nuestra formación para conseguir nuestra plaza. Pero de tanto usarla, es lógico que nos falle y se debilite. Espero que alguno de estos trucos os sirvan para potenciarla o recuperarla, depende de en qué punto os encontréis.
Quizá sea de interés en relación con este tema cómo mantenernos motivados y optimistas a la hora de estudiar y que se haga muchísimo menos pesado la cantidad de horas que le ponemos y cómo aprovechar mejor ese tiempo y fomentar aún más nuestro rendimiento. (Haz clic para acudir a esos post).
Muchas gracias por leerme.
Con cariño, @laj.opo. 💜
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